miércoles, 27 de febrero de 2008

Mar del Plata sigue siendo Milrayita


Como ocurre desde hace un tiempo, Peñarol venció fácilmente a Quilmes en el clásico marplatense y continúa subiendo en la tabla de posiciones. El resultado final marcó un 87 a 66 que refleja la diferencia que hubo entre ambos, sobre todo en la segunda etapa.

En un Polideportivo prácticamente lleno, los de Hernández dominaron las acciones desde el comienzo, con un buen aporte de Osborne (8 puntos en el parcial) y Román González, la gran figura de la noche, además de convertir 5 de 7 en tiros de tres. Quilmes dependía de Villares y Dentis, pero nunca pudo jugar de manera fluida.

Ya en el segundo cuarto, los milrayitas sacaron una diferencia de 12 con 8:20 por jugar pero Villares y el ingresado Aguirre convirtieron 13 tantos para irse al descanso con una desventaja de 2 puntos (41 a 39).

En el tercer chico, Peñarol ajustó la defensa sobre Villares y demostró que cuando defiende con efectividad hace la diferencia, ya que en ataque tiene variantes de sobra. Los de Sánchez dependieron exclusivamente de lo que pusiera hacer Edwards (autor de 12 de los 13 tantos de Quilmes en el cuarto) y mostraron una alarmante falencia ofensiva, que se evidenció con mayor notoriedad en el último período, cuando estuvo 4:40 sin marcar punto alguno.

Hernández aprovechó la salidad por fouls de Edwards para darle minutos a los juveniles (todos los que entraron sumaron puntos) y subir la máxima hasta llegar al 87 a 66 final, marcador de un partido que terminó caliente tras un encontronazo entre Wadley y Villares.

Peñarol sumó un nuevo triunfo para subir en la tabla de posiciones y es el segundo equipo con mayor porcentajes de victorias en la segunda fase, lo que ilusiona a sus hinchas de cara a la postemporada.

Quilmes no logra salir de su mala racha y deambula en la mediocridad, alejado definitivamente de los puestos de vanguardia.

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