Lo que dejaron los Juegos...

Mal que nos pese, finalizaron estos inolvidables Juegos Olímpicos y al margen de la consagración de Estados Unidos, quedó tela para cortar. Aquí mis 10 conclusiones:

1. Pese a lo parejo de la final, la performance del campeón olímpico fue muy buena: ganaron gracias a su defensa ante Argentina, apelando a su ataque letal contra España y tuvieron tantas variantes que a los rivales se les tornó imposible vencerlos, aún planteándole una dura batalla. Sobresalieron Wade, Lebron y Kobe Bryant pero creo que si el técnico le daba más tiempo en la pista al indetenible Dwight Howard podrían haber ganado por diferencias más holgadas.
   
2. España confirmó que está un paso arriba de todos en el mundo FIBA. Al no haber tres segundos defensivos como en la NBA, Pau Gasol cumple una función de último hombre que anula cualquier posibilidad de tiro cómodo en la zona pintada. Su rotación es muy larga y el crecimiento de Rudy Fernández, Marc Gasol y, sobre todo, Ricky Rubio muestra que este conjunto tiene futuro.
3. Si había que dar una medalla al coraje y el corazón, esta sería para Argentina sin lugar a dudas. Con más problemas que nunca, el representativo nacional terminó en el lugar que le correspondía, el tercero, sólo por debajo de las dos mejores selecciones del mundo en la actualidad. Ginóbili, Scola, Nocioni, Delfino y Prigioni jugaron un torneo para el recuerdo.
4. Uno de los puntos por los cuales estos Juegos fueron únicos es porque quizás fue la última posibilidad de ver juntas a figuras de la clase de Manu, Fabricio Oberto, Pau Gasol, Dirk Nowitzki, Jason Kidd y Carlos Jiménez, entre otros, quienes seguramente estarán fuera de los próximos compromisos de sus selecciones.
5. Fue un gusto ver jugar con total desfachatez a jóvenes como el español Ricky Rubio (un crack), el australiano Pat Mills y el iraní Hamed Ehadadi (la sorpresa), futuras estrellas del básquetbol mundial.
   
6. Quedó demostrado que Estados Unidos y España están por encima de todos, luego viene Argentina, más atrás Lituania y Grecia, y de allí para abajo otras selecciones europeas, Australia y China.
7. Qué placer dio el observar en acción a bases de la calidad de Jasikevicius, Prigioni, Rubio, Paul y Holden. Gracias a ellos, sus compañeros tuvieron siempre un tiro cómodo.
8. Cómo salió campeón Estados Unidos yo le hubiera dado el MVP a Dwayne Wade, quien con su talento solucionó los problemas norteamericanos ante las defensas zonales. Sin embargo, creo que Pau Gasol y Manu (hasta que se lesionó) fueron los jugadores más determinantes para que sus equipos lleguen a instancias decisivas.
9. Mi quinteto ideal de Beijing es Ricky Rubio, Dwayne Wade, si Ginóbili seguía este puesto quizás lo ocuparía él, LeBron James, Luis Scola y Pau Gasol.
10. Manu no puede despedirse de la Selección de esta manera. Ídolo, te queremos en Turquía 2010 para que termines tu carrera albiceleste con todos los honores.

¡¡¡Gracias Totales!!!

¡Cuánta emoción! ¡Qué triunfazo! La Selección Nacional dio una clase de básquet, coraje y juego de equipo para lograr una inolvidable medalla de bronce que se festejó como el oro de Atenas.
¡Cuánta emoción produce ver a Chapu Nocioni en una pierna jugando 36 minutos como si fuera una cuestión de vida o muerte!
¡Cuánta emoción fue ver la consagración definitiva de Carlos Delfino!
¡Cuánta emoción que sentimos con cada acción de Pablo Prigioni, que nos hizo dar cuenta que la base estaba en manos de un fenómeno!
¡Cuánta emoción verlo a Manu Ginóbili vivir el juego con una intensidad tremenda y recibir de su sucesor la pelota del partido!
¡Cuánta emoción provocaron las tapas de Fabricio Oberto, nuestro valuarte defensivo!
¡Cuánta emoción que nos dio al ver a Luis Scola jugar el torneo como para estar en el quinteto ideal!
¡Cuánta emoción nos da confirmar que Paolo Quinteros es un jugador de primer nivel internacional!
¡Cuánta emoción que sentimos los amantes de la Liga Nacional al ver a Leo Gutiérrez, el símbolo de nuestra competencia, romperla en la final!
¡Cuánta emoción tenemos los puntaltenses al tener a nuestro hijo adoptivo, Román González, jugando un partido definitivo!
¡Cuánta emoción para Fede Kammerichs, Antonio Porta y Juan Gutiérrez, integrantes de un plantel que quedará en la memoria de todos!
¡Cuánta emoción ver a Sergio Hernández cerrarle la boca a todos sus detractores, con una dirección técnica de lujo!
¡Cuánta emoción al estar entre los tres mejores del mundo!
Por todo esto, a la Generación Dorada sólo queda decirle ¡¡¡Gracias Totales!!!

Ya pasó lo difícil, lo que viene es un paseo, je

En un partido infartante, en el que se sufrió como si se estuviera dentro del campo, la Selección le ganó a Grecia y volvió a meterse en una semifinal, como ocurre en cada torneo en el que participa este equipo desde 2001 hasta el día de hoy.

Cómo jugó Delfino, qué clase la de Ginóbili, cómo nos tapó la boca Prigioni, cuánta entrega en Nocioni, cómo Scola se las rebusca siempre: estas frases se están escuchando en cada rincón de la Argentina y generan el orgullo de todos, que nos vemos representados por jugadores únicos, talentosos sin dudas, pero que cada vez que juegan con la celeste y blanca aportan un no-se-qué que los hace inigualables.

Es difícil realizar un análisis ante tamaña emoción. La Generación Dorada volvió a estar a la altura de las circunstancias y ahora va por Estados Unidos, un rival que parece imposible de vencer, aunque a este grupo de jugadores jamás se les puede apostar en contra.

Mensajes de texto durante y postpartido:

• Llegamos al límite. Chapu emociona como nunca.
• Todavía estoy temblando de los nervios.
• Casi me cago encima.
• ¿Sufriste mucho?
• El chapu me emociona.
• ¡Vamos Delfino! Qué categoría.

¿Cómo juega el próximo rival argentino?

Desde el Mundial 2006 hasta la actualidad hemos tenido la suerte de poder ver a la Selección de Grecia en reiteradas oportunidades. Su victoria en la semifinal de Japón ante Estados Unidos (que tengo grabado como el "juego perfecto") fue su momento cumbre y desde hace unos años el equipo dirigido por el genial Panagiotis Yannakis forma parte de una especie de Top 4, junto a nuestro país, España y EE. UU.

Su punto fuerte pasa por la extraordinaria mediacancha que forman Papaloukas, Diamantidis y Spanoulis, jugadores muy completos en ambos lados de la cancha, que priorizan el juego de conjunto por sobre la capacidad individual. Ellos tres son quienes más tienen el balón en la mano y junto a Fotsis (un falso 4 con buena mano) y Bouroussis (un obrero de 2,11) forman un quinteto de primer nivel.

El trío perimetral, Zisis y Vassilopoulos (que jugó el Mundial Sub 22 en Argentina y cometió la falta al lituano Seibutis sin tiempo en el reloj) son además los encargados de una defensa asfixiante en la mediacancha, con presión total sobre el base. En este sentido, será vital que tanto Ginóbili como Delfino ayuden a Prigioni para evitar que el base del TAU se desgaste.

Si bien en el Mundial los griegos se caracterizaron por una rotación larga, la renovación del plantel la ha acortado muchísimo, al punto de utilizar sólo 7/8 jugadores, es decir, igual que Argentina.

Su juego solidario y de constantes pases para buscar al hombre libre, así como también la defensa como arma de ataque hermanan el juego griego con el de la Generación Dorada. El punto que tienen a favor los de Hernández es el talento de individualidades como Ginóbili, Scola y Nocioni, superiores a la mayoría de los rivales del miércoles.

Hernández y Scola pronosticaron un final cerrado. Yo creo que Argentina está "medio pasito" arriba. En unas pocas horas se revelará la verdad...

Argentina pasó a Rusia y va por Grecia

En el partido que cerró la fase de grupos de los Juegos Olímpicos, la Selección Argentina venció a Rusia por 91 a 79 y el miércoles a las 11.15 enfrentará a Grecia por los cuartos de final.

El juego de hoy, pese a no tener valor por los "puntos", sirvió para ratificar el gran momento por el que están pasando Luis Scola (37 puntos y 8 rebotes), Pablo Prigioni (10 asistencias, récord para un argentino en Juegos Olímpicos), Andrés Nocioni (19 tantos y 9 recobres) y, por supuesto, Emanuel Ginóbili. Y además pudo descansar Fabricio Oberto, aunque preocupa la lesión que sufrió Carlos Delfino en el tercer parcial.

Este partido no hizo más que demostrar que la Selección está en pleno crecimiento, que llega de la mejor manera al choque con los griegos y que, cualquiera sea el resultado del miércoles, formamos parte de la èlite basquetbolística mundial de una forma que a los más chicos les puede parecer natural, pero que a los de 30 o más nos parece un sueño del que no queremos despertar.

Ojalá que este sueño hecho realidad continúe hasta el domingo y tenga su coronación con la medalla (cualquiera sea su color) colgada del cuello de los argentinos.

Irán, sólo un trámite

La Selección Nacional venció cómodamente a Irán y se aseguró el segundo puesto en el Grupo A, lo que seguramente llevará a un enfrentamiento frente a Grecia en cuartos de final. Esto quiere decir que se logró el objetivo primero de evitar a España y Estados Unidos en el primer cruce, aspecto fundamental para ir en busca de una medalla.
Sin embargo, la sensación que me quedó tras la jornada de hoy es que aquella derrota inicial ante Lituania nos obliga a un hipotético choque contra los norteamericanos en semifinales y, de acuerdo a lo que se vio hasta ahora, una victoria sería casi imposible. Como sabe cualquier persona que conoce este deporte, en el básquet la lógica prevalece en la mayoría de los casos, por lo que hoy tendríamos que aspirar a obtener el bronce, aunque nadie puede privarnos de ilusionarnos con el oro.
Asimismo, queda claro que Argentina hubiera jugado otro partido si enfrentaba a Lituania en la tercera o cuarta fecha. El haber jugado contra los caucásicos en la apertura fue una desgracia del fixture que nos puede costar caro.
Con respecto a la Selección en sí, sólo tengo dos acotaciones:
1. Qué suerte que tenemos de ser contemporáneos de Ginóbili. Es un fenómeno al que podemos disfrutar en vivo y en directo, del que nos preguntarán nuestros hijos y nietos; y además nadie nos podrá decir esa frase tan común como es "pero en esa época había otro que jugaba mejor aunque no era tan conocido". No señores, Manu es el basquetbolista argentino (¿y latinoamericano?) más grande de todos los tiempos.
2. El otro día hablábamos con amigos acerca de a qué jugador de la Selección elegiríamos en un picadito si perdemos en el "pan y queso" y nuestro rival selecciona en primer lugar a Ginóbili. La respuesta fue unánime: Luis Scola, otro jugador espectacular, talentoso y carismático que no es el número uno sólo porque tuvo la ¿desgracia? / ¿suerte? de convivir con Manu.
Es verdad que todavía resta jugar con Rusia y que después se puede llegar a perder ante Grecia, por eso prefiero hablar ahora y no con el diario del lunes: a esta camada de jugadores les digo GRACIAS POR TANTAS ALEGRÍAS.

La Selección aplastó a Croacia

Luego del cómodo triunfo ante Australia, la Selección Nacional ratificó su mejoría con una aplastante victoria frente a Croacia, donde mostró un crecimiento en su rendimiento, basado en una defensa casi perfecta y una concentración total a lo largo de los 40 minutos, algo que no se había podido lograr en la gira previa.
Todo el equipo jugó en un alto nivel, aunque hubo performances individuales para remarcar, como las de Nocioni y Prigioni, quienes no habían comenzado los Juegos de la mejor manera (sobre todo el alero santafesino) pero que hoy se destacaron en ambos costados de la cancha.
La cómoda diferencia sirvió para darle cierto descanso a los titulares y también para tener ventaja en caso de un hipotético empate con los dirigidos por Repesa.
Con el nivel en pleno ascenso, se vienen Irán y Rusia, rivales a los que se les deberá ganar para asegurar el segundo lugar del grupo, o incluso el primero, si es que Croacia vence a Lituania el próximo sábado.
La Selección parece haber dejado las dudas atrás: a Hernández se lo ve más confiado (si se lo responsabiliza cuando se pierde, también hay que hacerlo cuando se gana) y la ilusión que volvió a encenderse el martes, hoy brilla más que nunca.

Apareció el campeón

Por fin se vio al equipo argentino que todos queremos. Agresivo defensivamente desde el primer minuto, certero en el ataque merced a los continuos pases y con el corazón de siempre. Así. se logró una cómoda victoria frente a Australia y se despejaron las dudas acerca de cómo estaría el ánimo de los jugadores luego de la agónica derrota ante Lituania.

El primer cuarto fue de ensueño: Prigioni demostrando por qué es un base top de Europa, Ginóbili haciendo lo que sea necesario, Scola anotando en la pintura y Oberto anulando a Bogut. A partir de la diferencia lograda en ese momento, Argentina mantuvo la concentración, nunca se relajó e impidió que su rival se le acerque.

La defensa argentina ha vuelto a ser la de los tiempos dorados, al punto de que hoy se ganó la lucha rebotera ante los gigantes oceánicos. Allí está una de las claves para volver a creer en que una medalla es posible. Otra clave es Ginóbili: aunque no deberíamos sorprendernos (dada su gloriosa trayectoria) siempre tiene algo más para ofrecer. En el segundo tiempo fue el verdadero base, tomó siempre la mejor decisión y terminó como líder tanto en puntos como en asistencias.

Ahora se viene Croacia, que llega entonado tras vencer a Rusia. Su fuerte está en la media cancha y en los altos porcentajes que están teniendo sus perimetrales. Si Argentina logra bajar la efectividad de tres del rival, como lo hizo ante Australia, las chances de un triunfo aumentarán significativamente.

Debut con derrota

Ocurrió lo peor que podía pasar. El comienzo de la defensa del oro olímpico terminó con una derrota dolorosa, de esas que dejan marcas y de las cuales es muy difícil recuperarse. El triple lituano a dos segundos del final me hizo acordar al doble de Manu contra Serbia en Atenas 2004. Ojalá que nuestro final sea distinto al que tuvieron los balcánicos hace cuatro años.

El desarrollo del encuentro mostró los mismos defectos y virtudes que la gira previa: por un lado, poca rotación, muchas pérdidas, titulares cargados de faltas, dudas en la base y ataque desordenado; por el otro, una fuerza de voluntad increíble y talento individual para suplir las fallas colectivas. Si comparamos, en el balance siguen prevaleciendo los errores.

Sin embargo, no hay dudas de que este era el partido más difícil del grupo y el "perdible", por decirlo de alguna manera. Ahora no queda otra que ganar los cuatro partidos restantes.

Pude ver otros partidos y confirmar que España y Estados Unidos están un par de escalones arriba del resto. La defensa de los ibéricos ante Grecia fue para grabarla y aprender; mientras que los norteamericanos, aún con dudas al comienzo, se imponen por calidad individual. El choque entre ellos tiene que ser un espectáculo de excelencia.

Manu, me volviste a emocionar

¡Cuánta emoción ver a Manu como abanderado! Debo admitir que se me piantó un lagrimón. Fue algo único e inolvidable.

Tres cuestiones que me quedaron de la Ceremonia Inaugural:

1. Me alegré muchísimo al ver tantos basquetbolistas encabezando distintas delegaciones. Yao Ming en China (por segundo Juego consecutivo), Dirk Nowitzki en Alemania, Andrei Kirilenko en Rusia y Sarunas Jasikevicius en Lituania (sucediendo a otro basquetbolista, Saulius Stombergas). El básquet está en un momento soñado.

2. Es admirable el marketing que ha hecho la NBA en todo el mundo. La multitud se volvía loca cada vez que una estrella aparecía en la pantalla. En las carreras de marketing ya se comenzó a tomar a la NBA como ejemplo.

3. La ceremonia fue un lujo y el cierre un regalo para la vista. Y dicen que son aburridas...

Los rivales argentinos

Cada vez estamos más cerca de los Juegos Olímpicos, por lo que es un buen momento para analizar a los rivales que la Selección Nacional tendrá en la primera ronda.

Lituania

El primer rival es, sin dudas, el más difícil. Tiene a tres de los mejores de Europa en sus puestos (Jasikevicius, Siskauskas y Kristof Lavrinovic), gol en todas las posiciones, altura y banco, sobre todo en el perímetro. Como Argentina, carece de recambio en la base. Es "el" contendiente que tendrá el equipo de Hernández en la búsqueda del liderazgo del grupo. Abrir contra ellos es un arma de doble filo: en caso de ganar puede ser un aliciente para lo que viene (como fue la victoria contra Yugoslavia en Atenas) pero una derrota obliga a ganar todo lo que queda para no cruzarse en cuartos contra una potencia.

Australia

En el Diamond Ball demostró ser un equipo peligroso aunque sin carácter para los momentos calientes. Sus tiradores son certeros, los bases son rápidos y su cuarteto interior es de primer nivel. Habrá que ver cómo llega Bogut tras algunas molestias y cómo responde el resto en un torneo tan competitivo como los Juegos Olímpicos. Argentina deberá jugar concentrado los 40 minutos y evitar regalar un tiempo como en la final de Nanjing. De ser así, nuestras chances se acrecientan.

Croacia

Los balcánicos llegaron a Bejing tras el Repechaje Olímpico y seguramente definirán el cuarto puesto del grupo con los australianos. Sus figuras están en el perímetro (Planinic, Tomas, Kus, Ukic) donde tiene variantes, mientras que su juego interior es el punto débil. En un partido "normal", Argentina debería ganarle sin demasiados inconvenientes.

Irán

Es la "Cenicienta" de la primera fase. Sin embargo, en el Diamond Ball demostró que no hay que subestimarlos. Tienen una torre como Hamed Ehadadi y dos perimetrales goleadores (Samad Bahrami y Javad Davari) pero no mucho más. El resto del equipo carece de talento y aparece como el rival más accesible.

Rusia

El campeón europeo es un gran equipo, aunque creo que está un escalón abajo de Lituania. El dúo Holden-Kirilenko es de temer pero llegan mermados por la lesión de Khryapa, que le impidió jugar los amistosos previos. Tienen en David Blatt a un estratega de la dirección técnica y a un plantel disciplinado pero su rotación es muy corta, lo que creo que los pone en una situación de desventaja frente a argentinos y lituanos.

En definitiva, creo que de no mediar sorpresas Argentina definirá el primer lugar del grupo con Lituania, aspecto que será fundamental debido al poderío del otro grupo, que hará complicadísimo cualquier choque de cuartos de final.

Un triunfo que no tapa los errores

Argentina venció a Australia en la final del Diamond Ball y se consagró campeón del torneo. Sin embargo, pese a dejar una buena imagen en el segundo tiempo, el conjunto nacional continúa mostrando alarmantes fallas colectivas, sobre todo en el aspecto defensivo (no nos pueden tirar triples tan cómodos).

Otra preocupación que dejó el equipo de Hernández es la rotación cada vez menor de jugadores: los cinco titulares y Delfino fueron los únicos que jugaron más de 20 minutos, mientras que el resto de los que ingresaron lo hicieron por menos de 10 minutos. Esto puede ser útil en un partido puntual, como fue el de esta mañana, pero en un torneo largo como el olímpico, puede traer consecuencias no deseadas, como lesiones (que esperemos que no ocurran) y falta de ritmo por parte de los suplentes.

Por otro lado, como ante Serbia, el segundo tiempo argentino prendió una luz de esperanza, demostrando un carácter ganador encomiable y la mejoría en el rendimiento de los tres pilares ofensivos (Ginóbili, Nocioni y Scola). Pero esto no puede tapar el hecho de que una desventaja de 19 puntos será muy difícil, sino imposible, de levantar ante las principales potencias.

Quedan 9 días para corregir las fallas, ponerse a punto basquetbolísticamente e involucrar a los reservas. Ojalá que alcancen...

Generación Dorada en El Gráfico

El blog ya salió en el diario deportivo Olé y ahora fue mencionado por el periodista Federico Noguera, de la tradicional revista El Gráfico, en una nota sobre los blogs deportivos. Muchísimas gracias, estas son las cosas que dan la fuerza que se necesita para continuar en esta tarea.