Este domingo, gracias a Canal 7, se pudo observar un encuentro de NBA con dos argentinos en cancha: los Raptors de Delfino vencieron 93 a 78 a los Bulls de Nocioni.
Fue un partido cargado de imprecisiones, donde los argentinos jugaron 30 minutos cada uno, aunque viven realidades con diferencias bien marcadas.
Por un lado, Delfino tiene la continuidad que tanto anhelaba en los años de los Pistons y responde a la altura de lo que su técnico espera de él. Se nota que Mitchell confía en Carlitos y que eso lo tranquiliza. Cometió algunos errores pero su técnico lo dejó en cancha en los momentos claves del juego.
Toronto se muestra como un equipo que trata de jugar prolijo y lento, con similitudes con los Spurs, pero que cuenta dos jugadores espectaculares, como Bosh y Moon, a los que necesita para vender camisetas y ticktes. Será muy interesante ver su evolución.
Por el lado de Chapu, también arrancó como sexto hombre (¿será el destino de los basquetbolistas argentinos?) y desde su entrada le dio a los Bulls un plus en cuanto a intensidad y ofensiva. Sus problemas son los mismos que las temporadas anteriores:
1. Juega la mayor parte del tiempo de 4 y lo siente en el costado defensivo.
2. Hinrich y Gordon le dan muy poco juego y tiene que generarse sus puntos.
Los Bulls están mostrándose más desordenados que en los últimos años, con un comienzo muy malo de los jugadores nombrados en el punto 2. Además, sigue dependiendo en exceso del perímetro y carece de juego en el poste bajo, por lo que la ecuación es simple: cuando los tiros externos entran está en la pelea, cuando eso no ocurre pierde por paliza, como viene ocurriendo seguido en este comienzo de temporada. Seguramente la novela por la posible llegada de Kobe Bryant golpeó a sus jugadores, quienes muestran una apatía escalofriante.
1 comentario:
Al final el único que no se tiene que ganar los minutos viniendo desde el banco es Fabri (Oberto). Un gran jugador que se ha ganado la titularidad gracias al trabajo sucio que tan bien sabe hacer.
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