Con una paliza memorable sobre Los Angeles Lakers, el mítico equipo de Boston Celtics se consagró campeón de la NBA a partir de una defensa excepcional, tres estrellas que brillaron a lo largo de toda la temporada y el acompañamiento de jugadores de reparto que demostraron personalidad en los momentos críticos.
Como dice una frase cada vez más aplicable "el ataque gana partidos, la defensa gana campeonatos". En este punto creo que los títulos logrados por los Spurs en los últimos años dejaron su enseñanza: las estrellas deben esmerarse en defensa y dejar de lado los egos en la búsqueda de objetivos grupales.
Recuerdo una nota realizada a Paul Pierce, Ray Allen y Kevin Garnett en el comienzo de la temporada en la que afirmaban que estaban cansados de ver cómo ellos vendían camisetas pero los anillos los ganaban otros. Aquella vez reflexioné en por qué dichos jugadores habían tardado tanto tiempo (los tres tienen 30 años o más) en darse cuenta de algo tan básico como es que para ser campeón hay que formar un Equipo (con mayúscula).
Hoy podemos ver con claridad la huella que dejó San Antonio en la NBA, por lo que sólo resta saludar a los nuevos campeones y celebrar este cambio de paradigma en la liga de básquet más importante del mundo.
1 comentario:
Los Celtics son un gran campeón y es innegable las similitudes con los Spurs de la última decada.
Pero estos yankees nunca van a reconocer que los últimos campeones juegan como en el basquet FIBA.
Un abrazo!
Te espero por mi blog!
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